sábado, 29 de septiembre de 2012

LA DECLARACION


Se miraron a los ojos. Él comprendió que aquel encuentro no era algo casual. Que ella tenía las claves de su futuro en las manos. Supo que de lo que dijera dependería esa inesperada relación apenas iniciada. Estaba nervioso, emocionado e incluso triste, pero en el fondo esperaba que esta vez todo saliera bien. La joven era hermosa y parecía tranquila, casi indiferente. Ella dejó de mirarlo y su voz sonó firme y resuelta, -Bueno, don Carlos, como ya le dije hemos detectado irregularidades en su declaración de la renta.

   

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